La rebelión en Cartagena y la salida de la Flota ( 07 febrero a 07 marzo 1039): 1. Situación general y particular en Cartagena

Obra derivada de CC-BY 4.0 ign.es MTN50ImpresoSerie 1875-2022

En julio de 1936 Cartagena cuenta con cerca de noventa y siete mil habitantes. La guerra altera significativamente su demografía. Se incrementa la población militarizada y disminuye la local que abandona la ciudad por temor a los bombardeos y al ambiente político.
Cabeza de partido judicial, a 64 kilómetros de Murcia. Jefatura del Departamento Marítimo de su nombre.

Excelente situación estratégica y muy buenas condiciones tácticas. Posee

«un extraordinario valor defensivo y ofensivo, como cadena casi ininterrumpida de posiciones de apoyo a las fuerzas navales combatientes en el Mediterráneo occidental»

Amplio puerto, muy protegido y capaz de albergar buques hasta de 12.000 toneladas. La bocana está vigilada y cerrada por los castillos de San Julián y Las Galeras. Dentro del recinto urbano se encuentra el Castillo de la Concepción, dominante sobre los edificios próximos.

Repartidos por toda la ciudad se encuentran otros edificios militares: al Norte, el Parque de Artillería; al Este, el Cuartel de Antigones o Antigüones, con un batallón de los llamados de Retaguardia; al Sur y en un mismo gran edificio, el Hospital Militar y el cuartel de  Infantería de Marina; al Oeste, el cuartel de Intendencia, dando frente a los numerosos edificios del Arsenal.

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Desde comienzos de 1937 la Base Naval de Cartagena integra todas las fuerzas de Tierra, Mar y Aire, en un Mando Unificado. En marzo de 1939 a cargo del general don Carlos Bernal. Dispone de un Estado Mayor conjunto, al mando del teniente de navío don Vicente Ramírez,y también del Estado Mayor de la Base, JEM el teniente de navío don Fernando Oliva.

La fuerza defensiva más importante es la Artillería, con los materiales más potentes de todo el parque español en 1936. Encuadradas en un Regimiento de Costa, sesenta piezas, al mando del coronel don Gerardo Armentia. Como segundo jefe regimental, con el mando del conjunto de las baterías de costa, el teniente coronel don Arturo Espá. Las Bías de Costa estaban divididas en dos grupos, Frente Occidental y Frente Oriental, al mando respectivo de los mayores Carlos Mira y Alfredo Payá.

  • Baterías de costa de 38,1 centímetros: dos, cada una a dos piezas, en Castillitos y Las Cenizas.
  • Baterías de costa de 30,5 centímetros: dos, cada una a dos piezas, en Santa Ana y Trincabotija.
  • Batería de costa de 28 centímetros: una, a dos piezas, en Podaderas.
  • Batería de costa de 24 centímetros: una, a cuatro piezas, en Loma Larga.
  • Baterías de costa de 15,5 centímetros, a cuatro piezas, cuatro en El Jorel, La Parajola, Aguilones y La Chapa.
  • Batería de costa de 15 centímetros: una, de seis piezas, en Santa Ana.
  • Batería de costa de 10,5 centímetros: una de cuatro piezas en Negrete.
  • Baterías antiaéreas de 10,5 centímetros: cinco, en Atalayón, Roldán, El Conejo, Los Dolores y Sierra Gorda.

Al mando de la Infantería se encuentra el coronel don Francisco Gutiérrez Prieto, con el VII Batallón de Retaguardia y el Regimiento Naval número 1 (un grupo de Infantería de Marina, comandante don Francisco García Martín).

También se encuentran los servicios de Artillería, Ingenieros e Intendencia, dos establecimientos fabriles de importancia:

  • el Arsenal con sus astilleros, al mando del coronel de Artillería de la Armada don Norberto Morell,
  • y la Sociedad Española de Construcción.

Las Escuelas de Submarinistas y Buzos, de Radiotelegrafistas, y en San Javier y su Base Aeronaval, la de Aeronáutica Naval.

Los servicios civiles de la Base, incluidos los de seguridad, están al mando de José Semitiel.

El jefe de la Flota es el almirante don Miguel Buiza, JEM el capitán de navío don Horacio Pérez, comisario general el socialista Bruno Alonso.

 

Centro Geográfico del EA. Vuelo USA 1946

Cartagena en guerra

Es la gran Base naval de la República.

Pero ya en estos días de 1939 la moral de la mayor parte de los que se encuentran en la Base está muy deteriorada. Los bombardeos sobre el puerto e instalaciones industriales y militares en el núcleo de la ciudad, contribuyen al crecimiento del descontento.

En febrero, el deseo mayoritario es el de poner fin a la guerra. Este ambiente favorece la aparición de una «quinta columna» local pero sin cohesión ni principio de organización. Reina gran desconfianza.

Como activista más destacado se puede mencionar al sargento de artillería Calixto Malina. Luis Romero

«Está produciéndose una confusión que cada vez se hace más difícil de aclarar. Muchos, y el teniente coronel Espá en primer lugar, le suponen a él [Calixto Molina] enlace de una organización clandestina, y lo cierto es que ni puede decirse de él que sea enlace, ni existe una verdadera organización, pues lo poco que llegó a conseguirse en ese sentido está desbaratado. Primero detuvieron al comandante Marcos Navarro, y más adelante, también el SIM detuvo a los principales elementos civiles. Pequeños grupos dispuestos, sí los hay pero no una amplia organización». «La actividad de Calixto Molina, en los días últimos y en particular durante el de hoy, ha sido mucha y desordenada. Tan pronto recibía órdenes y las trasmitía, como las daba por iniciativa propia”.

“Imágenes procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional de España”

El 10 de febrero, el mismo día en que Negrín regresa a España desde Francia, el almirante Buiza convoca a bordo del Miguel de Cervantes una reunión de su Estado Mayor y los comandantes de los buques. Les expone la gravedad de una situación sin esperanza.

Al día siguiente, Negrín se reúne con altos mandos, entre los que se encuentra Buiza, el cual, según Zugazagoitia, dice

«No se puede resistir por sistema, prolongando innecesariamente un sacrificio estéril. Es preferible encararse con la verdad creada después de la pérdida de Cataluña y sacar de ella el mejor partido posible. La desmoralización ya hace marea alta y sólo la apertura de unas negociaciones de paz es aconsejable».

Negrín pregunta a Buiza si tal criterio era exclusivamente suyo,  el Almirante replica

«De la Escuadra en pleno»

Esta opinión queda ratificada en el aeródromo de Los Llanos el día 16.

El estado general de derrotismo y hasta de conspiración es grave.

Al día siguiente, tras las opiniones expuestas por Buiza y las noticias que se tenían del ambiente general en Cartagena, Negrín envía a la plaza a los ministros Ramón González Peña y Tomás Bilbao, socialistas y Segundo Blanco, anarquista. Los tres examinan la situación e informan al Gobierno de su preocupación por «el ambiente de descomposición y derrota» que se respira por todas partes.
Al general Bernal se le acusa de «falta de carácter, actividad y entusiasmo», y se pide su destitución, así como la del coronel Burillo, delegado de Orden Público en la zona levantina, cuya conducta era causa de «grave desorientación», causando perjuicios allí donde actuaba.

Bruno Alonso, Comisario General de la Flota, intenta celebrar el 27 de febrero un acto propagandístico para contrarrestar la idea, ya muy difundida y admitida, de que la Flota debe abandonar Cartagena.

En Cartagena, el objetivo de la mayoría era el obtener un salvoconducto para huir.

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Después de la reunión del 16 de febrero, Negrín envía a su ministro de Asuntos Exteriores,  Alvarez del Vayo, a Francia con la misión de convencer a don Manuel Azaña para que volviese  a la zona Centro, como máxima jerarquía de la República. Del Vayo no lo consigue y regresa el 27. En esta fecha Francia y Gran Bretaña reconocen al Gobierno de Burgos.

Negrín decide salir de Madrid.

El 28 todos los periódicos publican una escueta nota

«El Gobierno ha estimado conveniente situar los servicios de los Departamentos ministeriales en la Zona de Levante, aunque conservando su residencia en Madrid».

El doctor Negrín se instala en una finca próxima a la localidad alicantina de Elda,  «El Poblet“. A este Puesto de Mando se le dará el nombre  «Posición Yuste“. Los ministros se instalarán en las cercanías. El Partido comunista establecerá su Puesto de Mando al sur de Elda, Posición Dakar. Muy cerca, en el pueblo de Monóvar existe un aeródromo, con varios aviones preparados para emprender el vuelo en cualquier momento. Toda la zona queda fortísimamente protegida por guerrilleros y milicianos de absoluta confianza.

Elda está de Cartagena a unos 135 kilómetros por carretera y de Monóvar a sólo 7 kilómetros. Y en Cartagena se encuentra la Flota.

Se expiden pasaportes sin descanso. La vista de todos está puesta en el extranjero.

Indalecio Prieto, recuerda ya en el exilio, una carta de Trifón Gómez

«Recuerdo que Casado, en una visita que le hice, acompañado de Ossorio [Tafall], mucho antes del levantamiento, nos decía: «Considero imposible la resistencia, pero si el Gobierno estima que debemos oponerla, es una política, acertada o equivocada, que a mí me toca ejercitar. Ahora bien, si se adopta esa posición numantina, que la mantengamos todos; y en ese caso no se puede seguir dando pasaportes y hay que recoger los que ya se han dado. Un jefe o un oficial con pasaporte en el bolsillo se batirá, si se bate, en retirada, hasta ganar la frontera y … ¡como aquí no la hay!» A mí me parecía impecable la actitud de Casado. En realidad el juego estaba descubierto por mucha gente y cada día que pasaba nos acercábamos a pasos agigantados a la catástrofe»

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El día 28 de febrero, la prensa afirma que los ministros que se encontraban en Madrid han salido para «un pueblo levantino», con el fin de celebrar una reunión ministerial.

Negrín llega pasadas las ocho de la noche al Gobierno Civil alicantino, donde conferencia con los titulares de Gobernación y Trabajo y con las autoridades civiles y militares de la plaza. Después se traslada con los ministros «a un punto de la provincia, a fin de reunirse con los demás miembros del Gobierno y celebrar el anunciado Consejo». El punto designado es la «posición Yuste».

Es un Consejo de Ministros largo, dura, al menos, toda la noche del 28 de febrero al 1 de marzo. Se discute  la gravedad de la situación. Pero no a causa del general Franco y su Ejército sino por el enemigo que se encontraba «dentro de la plaza»: Casado y sus seguidores. También se trata otro tema grave, ya de imposible ocultación: la dimisión de Azaña.

La prensa madrileña del día 2 de marzo proclama la noticia del cese voluntario del Presidente de la República y del traspaso teórico de poderes al señor Martínez Barrio.

«El Gobierno estudia las medidas para el cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 68 y 74 de la Constitución» (celebración de elecciones inmediatas).

En esos días, el coronel Cordón mantiene una entrevista con el jefe del Gobierno

«Me habló también de que con Miaja y Casado había que actuar con cautela. Su idea era que debían ser removidos de sus cargos, pero en forma conveniente. Pensaba nombrar a Casado, después de haberlo ascendido, jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, sustituyéndolo en el mando del Ejército del Centro por Bueno; a Miaja designarlo inspector general, con su Estado Mayor y con todos los ayudantes que pidiera. El día siguiente me dijo que había pensado hacer los nombramientos por etapas»

Obra derivada de Mapas Generales IGN

La atención de Negrín gira en torno a la conspiración del coronel Casado. Cómo neutralizarlo o cómo anularlo. Es necesario que de una manera u otra los principales responsables se trasladen a la «Posición Yuste“.

Para una reunión a celebrar el 02MAR se convoca, al menos, a Casado y Matallana. El día anterior Casado recibe un despacho por teletipo en el que se le ordena presentarse a la mañana siguiente ante Negrín; al dejar Madrid deberá hacer entrega provisional del mando del ejército del Centro al coronel Ortega, jefe del III Cuerpo de Ejército.

Ortega es comunista por lo que Casado incumple la orden y deja el mando a su jefe de Estado Mayor, teniente coronel Otero. Le deberá informar en Yuste, en lenguaje cifrado, de «cualquier hecho que considerase anormal».

Líster llega a “Yuste” a primera hora de la mañana. Pedro Checa, líder comunista, le informa de la dramática situación general. El Buró Político del Partido ha decidido reunir en «Yuste» a sus miembros y a los principales militares comunistas, a fin de cerrar filas y mantener una absoluta cohesión. Líster se entrevista con Negrín y obtiene una impresión muy negativa

«Salí con el convencimiento de que éste no haría ningún cambio fundamental en el mando de las fuerzas militares; que lo que quería era ganar tiempo y ver por donde estallaban los acontecimientos“.

El coronel Casado llega a «Yuste» hacia las once de la mañana.

En el despacho del presidente del Gobierno se encuentran el general Matallana y el coronel Cordón. Negrín expone sus dos proyectos de dar las jefaturas del Estado Mayor Central, Vicente Rojo no vuelve ya de Francia, y del Estado Mayor del Ejército de Tierra a Matallana y Casado.

Casado

«Le hicimos [a Negrín] toda clase de razonamientos para convencerle de que era materialmente imposible organizar tan complejos organismos por falta de material técnico y de todos los antecedentes y archivos. Le reiteramos, una vez más, que desechara la idea de resistir y evitar así un gran desastre. El doctor Negrín estuvo divagando un largo rato y nos despidió anunciándonos que oportunamente nos avisaría».

La reacción de Matellana y Casado es inmediata. Salen para Valencia y se entrevistan con los generales Miaja y Menéndez. Plantean la necesidad de eliminar al Gobierno de inmediato para impedir que Negrín con los comunistas tome la iniciativa. Por la noche, Casado llega a Madrid.

Nada más instalarse en el CG del Ejército del Centro, «Posición Jaca», recibe información vaga sobre un posible plan de Negrín para dar su «golpe de Estado comunista». Casado afirma que estaba en rigor preparado para el día anterior, 1 de marzo,

«pero vistas las medidas tomadas por el Ejército del Centro y conocedores de que estaban alertados los partidos políticos y las organizaciones sindicales, no se decidieron [Negrín y los comunistas] y aplazaron el golpe, pues consideraron necesarios algunos cambios en los altos mandos“.

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La publicación de la Gaceta de la República y del Diario Oficial del Ministerio de Defensa se ha interrumpido el 14ENE39 y el 24ENE respectivamente.

Estos documentos oficiales son un arma importante en manos del Gobierno. Negrín vuelve a activar la Gaceta el 12FEB y el Diario Oficial el 03MAR.

La Gaceta de 12FEB, núm. 43, publica el ascenso a teniente general de Miaja y Rojo. El número 56 del 25FEB39 publica el ascenso a general del coronel Casado (los ascensos de Rojo y Casado se anularán más adelante a petición de los interesados). En este mismo número se constituye la Comisaría General de Defensa, donde se unificaban las del Ejército de Tierra, Aviación y Flota y designa para cubrir el puesto a Bibiano Fernández Osario y Tafall, muy cercano a Negrín.

En la Gaceta del 01MAR, se asciende a general al coronel Cordón, de tendencia comunista.

También en los Boletines del Ministerio de Defensa Nacional de los días 2 y 3 de marzo aparecen medidas, nombramientos y ascensos, en la línea que Negrín considera más favorable para el logro de sus objetivos. No es nada que se pueda salir de lo normal en estas situaciones. Negrín coloca en puestos clave a los que considera leales. Pero lo que podemos ver en los diarios disponibles no corresponde exactamente con lo que Casado expone en sus memorias.

En el Diario del día 3

«Se asciende a general del Ejército al coronel de Infantería, procedente de Milicias, don Juan Modesto Guilloto, como recompensa a su distinguido comportamiento en diversas operaciones de guerra durante la actual campaña, asignándole en su nueva categoría la antigüedad de la fecha de este Decreto“ (27FEB).

Varias circulares del propio Negrín.

La más importante, la disolución del actual Grupo de Ejércitos de la Región Centro-Sur. Los Ejércitos del Grupo y los que pudieran constituirse en lo sucesivo, dependerán directamente del Ministro, «por intermedio del Estado Mayor Central».

Se nombra a Cordón secretario general del Ministerio, sin perjuicio de continuar en él como subsecretario.

Se asciende a coroneles a los tenientes coroneles don Emilio Bueno y Núñez de Prado, don Luis Barceló Jover, don José Pérez Gazzolo, don Francisco Galán Rodríguez, don Manuel Márquez Sánchez y don Aurelio Matilla.

Cordón firma otras circulares sobre ascensos y nombramientos.

  • Ascienden a coronel el teniente coronel de Infantería, procedente de Milicias, don Enrique Líster Forján y el teniente coronel de Estado Mayor don José Luis Coello de Portugal Maisonave.
  • Queda el teniente coronel Garijo a «las inmediatas órdenes del inspector general de los Ejércitos de Mar, Tierra y Aire, teniente general don José Miaja Menant».
  • Se dispone que el coronel del Grupo Uniformado de Seguridad don Francisco Galán Rodríguez, tome el mando de la jefatura de la Base Naval de Cartagena, a donde debería incorporarse urgentemente, cesando allí el general Bernal.
  • Se nombra «interinamente» el general Matallana jefe del Estado Mayor Central.
  • Son designados comandantes militares de Alicante, Murcia y Albacete, respectivamente, el teniente coronel procedente de Milicias don Etelvino Vega, el teniente coronel de Aviación don Leocadio Mendiola Núñez y el mayor de Aviación don Inocencio Curto.

En los Diarios de los días 4 y 5 no hay nada relevante.
De momento, no se puede asegurar que no se hubieran producido otras órdenes o resoluciones no incluidas en los diarios oficiales.

No obstante, las medidas contenidas en el diario del 3 de marzo no son favorables a los intereses de Casado.

Jesús Hernández se refiere probablemente a este Diario cuando dice

«La serie de medidas adoptadas por Negrín, produjeron una impresión terrible en los conspiradores. Sabotearon su publicación en el Diario Oficial del Grupo de Ejércitos, y Casado se negó a radiarla desde la emisora nacional que se encontraba en Madrid. Dijeron que era apócrifo el Diario Oficial del Ministerio de Defensa, que se trataba de un golpe de Estado comunista, etc.».

En lo que afecta al desarrollo de las operaciones militares que se van producir, se pueden dar como ciertos los puntos siguientes:

  • Con la disolución del Grupo de Ejércitos, se desmantela la gran fuerza en manos de los conspiradores; Miaja, su jefe, queda como simple inspector sin mando ejecutivo; el general Matallana, como jefe interino del EMC, controlado y fuera de Madrid; los más directos colaboradores de los anteriores, Muedra y Garijo, también fuera de Madrid en puestos burocráticos. Los ejércitos dependen directamente de Negrín.
  • Negrín se asegura la Base naval de Cartagena, al mando del coronel Francisco Galán Rodríguez.
  • Las Comandancias Militares de Alicante, Murcia y Albacete, al mando de leales.

Con las medidas tomadas, Negrín asegura el control de los centros de mando principales y dificulta la expansión de la conspiración.

No se dispone de documentación que confirme las afirmaciones del coronel Casado sobre el nombramiento de conocidos comunistas para el mando de los ejércitos del Centro, Levante, Extremadura y Andalucía.

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En la noche del 02-03MAR, Casado llega a Madrid. Encuentra nueva citación del jefe de Gobierno para que vuelva a «Yuste» al día siguiente. Los decretos de organización y ascensos no son suficientes. Negrín se enfrenta a una sublevación inmediata. Según las exposiciones que se realizaron durante la reunión en Los Llanos, prácticamente todos los mandos de la Flota, Aviación y Ejército de Tierra la apoyan. Negrín debió  detener a todos los altos mandos involucrados en esa primera reunión. No lo hizo y para eso los convoca a la nueva reunión en la Pos “Yuste”.

El 03MAR, el Coronel Casado se declara en abierta desobediencia. Se reúne con su Estado Mayor para informarles de la inmediata constitución de un Consejo Nacional de Defensa. Objeto: eliminar al Gobierno y negociar la paz. Dicta las medidas a tomar.
Recibirá al teniente coronel Mera, anarquista, jefe del IV Cuerpo, única Gran Unidad en la que se puede confiar sin reservas; al general Martínez Cabrera, gobernador militar; a Vicente Girauta, Director General de Seguridad y a Angel Pedrero, jefe en Madrid del S.I.M.
Le llama Negrín por teléfono, extrañado de que no haya acudido a «Yuste“; Casado le pide disculpas, alegando su delicado estado de salud. El Presidente del Gobierno le ofrece su avión particular para recogerle. Casado rechaza como puede el ofrecimiento.

041000MAR79. En Barajas aterriza el avión de Negrín. Casado ordena al piloto que regrese a Monóvar. Al mediodía, el jefe del Gobierno vuelve a telefonear al Coronel. Casado vuelve a disculparse alegando su endeble salud. El presidente insiste, necesita verle cualquiera que sea su estado físico. Casado sigue su política de disculpas.

A las 041330H. Casado previene a los partidos políticos y organizaciones sindicales afines, a Besteiro, al Comandante Militar y al Director General de Seguridad, a fin de que lo tengan todo dispuesto con arreglo a las instrucciones que les ha dado el día anterior. El 052200H tendrá lugar la sublevación convenida.

A las 041530H. Casado se reúne en el Gobierno Civil con la mayoría de los ministros que quedan en la Capital. Les comunica que ha decidido quedarse en Madrid porque la gravedad de la situación lo exige.

041800H. Llegue a Barajas otro avión para trasladar a Elda a Casado junto con los ministros. Negrín pide a Casado que vaya con ellos, con idéntico resultado que las veces anteriores. La tensión entre Negrín y Casado acentúa al máximo.

041900H. Nueva llamada telefónica de Negrín a Casado. En esta ocasión ya no le pide sino que le ordena se presente en «Yuste“ al día siguiente. El Coronel contesta que irá si la situación se lo permite.

Sobre esos mismos momentos tiene lugar en Valencia, bajo la presidencia de Miaja, una reunión de muy alto nivel,

«una junta de jefes de Ejército, en el mayor secreto, para proceder a la declaración de ilegalidad del Gobierno del doctor Negrín y a la formación de un instrumento de Gobierno, que permitiera la paz»

A la reunión asisten los generales Matallana, Menéndez y Aranguren, comandante militar de Valencia, y el coronel auditor del G.E.R.C. señor Luna. Los otros jefes de Ejército no han acudido.

Horas decisivas. La unidad en la zona de la república está a punto de romperse.

Para aumentar el dramatismo del momento, desde Cartagena llegan a «Yuste” noticias alarmantes. Algo muy grave debe estar ocurriendo allí.

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No puede separarse la sublevación que va a tener lugar en Cartagena de la que con sólo veinticuatro horas de diferencia estallará en Madrid.

El almirante Buiza ha asistido a varias reuniones con los altos mandos militares y es lógico pensar que está en estrecha relación con los proyectos sobre el cese de la guerra y la posible paz negociada. El Almirante se ha mostrado absolutamente decidido en este sentido ya en la reunión de Los Llanos, de 16 de febrero, donde destaca su postura a favor finalizar la guerra.

La Flota en su conjunto, desde el Almirante al último marinero, con algunas excepciones, está ya en actitud de absoluta insubordinación, algo que no ocurre en el Ejército. Bruno Alonso, el comisario general, apoya sin fisuras al Almirante.

El 04MAR39 existen dos centros de conspiración en la España republicana, uno en Madrid y el otro en Cartagena.

Zugazagoitia dice que el golpe conjunto estaba preparado para el sábado 04MAR. Puntualizando que

«el movimiento correspondía iniciarlo a la Escuadra» y que «los militares debían apoderarse de la autoridad, destituyendo al Gobierno“.

Modesto

«El día 2 supo el Gobierno que Buiza había anunciado a los mandos de la Marina un inminente golpe de Estado contra el Gobierno Negrín; que se formaría una Junta Nacional de Defensa en la que estarían representados el Ejército, los partidos políticos y los sindicatos. La Flota se pondría a las órdenes de la Junta Nacional de Defensa».

En la historia «oficial» de la guerra del Partido Comunista se da una versión muy semejante

«La Flota debía hacerse a la mar y radiar un telegrama a Negrín, dándole de plazo 24 horas para firmar la paz».

Por otra parte Buiza ha comunicado a los comandantes de los barcos y a los comisarios que

«altos mandos militares y organizaciones políticas estaban preparando un Consejo Nacional de Defensa para sustituir al Gobierno Negrín».

No se dispone de documentación fehaciente que muestre la relación escrita entre Casado y Buiza y entre éstos y los altos mandos de Valencia. No se puede concretar si las sublevaciones de Cartagena y Madrid debían producirse de manera simultánea.

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La Flota se encuentra en la Base Naval de Cartagena. Convive con una numerosa fuerza de la propia Marina y del Ejército de Tierra. Cualquier acción que la Flota pueda emprender deberá contar con el apoyo, al menos en parte, de las fuerzas de tierra. La Base se encuentra protegida por un poderoso despliegue de baterías de artillería de costa que pueden batir en determinadas circunstancias a los buques de guerra.

Tampoco se dispone de documentación fidedigna que demuestre el enlace en la conspiración entre los marinos de la Flota y el personal diverso de las fuerzas de la Base.

Por los indicios no existió en la Base un jefe único de la  conspiración.

Se pensó en un principio en el general Bernal.

En la Base, la conspiración se centra en torno al jefe de Estado Mayor Mixto, don Vicente Ramírez, el coronel Morell, jefe del Arsenal y el jefe de los Servicios Civiles, Semitiel. Filiación dispar pero todos favorables a la finalización de la guerra. La consigna que lanzarán será » ¡Por España y por la Paz!».

Papel destacado jugarán las fuerzas de Artillería de Cartagena, en su conjunto opuestas al Gobierno. La persona más caracterizada es el teniente coronel don Arturo Espá, que espera arrastrar en el momento oportuno a su coronel don Gerardo Armentia, demócrata y republicano, e incluso colocarle al frente de la rebelión.

El comandante de Infantería García Martín se encuentra en la misma línea.

Más cercano a la España de Franco se encuentra el jefe de Estado Mayor de la Base, capitán de navío don Fernando Oliva, en relaciones estrechas con un grupo de marinos, de tendencia clara «nacionalista».

En una postura absolutamente opuesta a la República y a favor de la España nacional, está el sargento Calixto Molina. Aglutina a paisanos jóvenes y adultos civiles y militares, retirados o apartados de todo contacto con la política y la guerra).

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El ministro de la Gobernación, Paulino Gómez, se traslada a Cartagena. Intento de Negrín de parar y desarticular el golpe que se prepara en la Base Naval y del que tiene exacto conocimiento. Gómez es recibido correctamente pero pronto la situación se tornará contraria e incluso violenta. El teniente de navío García Barreiro que proclamará decididamente ante el Ministro

«hay que tratar directamente con Franco, ya que la guerra está perdida», el Gobierno «está desprovisto de autoridad moral y constitucional».

Ambiente poco favorable al Gobierno. Ya en días anteriores algún mando de la Flota ha tratado incluso de huir con su buque a un puerto nacional).

Este mismo día 03MAR, Buiza mantendrá activo contacto con el general Matallana para precisar los detalles de la línea de acción que deberá seguir la Flota.

La fecha fijada para el día D, es el 04MAR. Por la mañana se presentará un ultimátum al doctor Negrín, o negocia inmediatamente la paz o el Ejército, con el apoyo de la Flota, se hará cargo del Poder y quedará destituido el Gobierno.