“Imágenes procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional de España”
Franco sabe que la situación es muy complicada.
Conoce perfectamente que su ejército expedicionario no tiene dimensión suficiente para acometer el asalto a una gran ciudad; y está firmemente decidido a no perderlo en combates dispersos por las calles de Madrid.
En el mapa ve perfectamente que su situación táctica es muy desfavorable con una larga línea de comunicaciones y con ambos flancos escasamente guarnecidos, necesita que la movilización y adiestramiento de nuevas unidades regulares en grandes cantidades le proporcione la fuerza que necesita para cubrir los espacios vacíos más vulnerables. De momento dispone de poco, algunas Us regulares y de voluntarios, principalmente Falange y Requetés. Sabe perfectamente que sólo la falta de operatividad de la Us del Gobierno ha impedido el corte por los flancos de sus comunicaciones con Avila y Extremadura.
No obstante, Franco decide dar una oportunidad a la buena suerte de Varela.
En la Defensa de Madrid, el miliciano continúa con las vulnerabilidades ya contrastadas, se desbanda con facilidad en campo abierto y no sirve para la maniobra. Pero ya cuando en su retirada se encuentra con el Manzanares, obstáculo de poco valor, y con los barrios de la capital, su percepción del combate cambia radicalmente, aquí se fija y combate, ya no se desbanda con facilidad.
Esto produce muchas bajas al atacante y los CGs de Franco lo detectan pronto y con claridad.
Por otra parte comienzan a llegar las nuevas Brigadas Mixtas, españolas en la mayoría a pesar de lo que dice la propaganda, y alguna internacional. Pero son unidades de nueva creación, con escasos mandos subalternos profesionales y muchos improvisados, con la mayor parte de la tropa bisoña, mucho espíritu pero poca preparación militar.
El EM de la Defensa, con V. Rojo al frente funciona bien, el de Pozas también, los contraataques que se planean están bien diseñados pero, muy posiblemente, no se ha tenido en cuenta la falta de capacidad operativa de las nuevas BMs. La ejecución es muy deficiente y todos los contraataques fracasan. Masas de hombres, más que Us militares, enterrados en las márgenes del Manzanares y parapetados tras las fortificaciones que se han venido levantando y tras los muros de las casas, se defienden a muerte y esto salva a Madrid.
Otro aspecto definitivo en el éxito de la defensa es la llegada de material soviético de todo tipo, carros mucho más potentes que los italianos y alemanes, aviones también más modernos permiten hacer frente en los cielos a la aviación nacional, ametralladoras, fusiles y cantidades importantes de municiones de todo tipo.
Franco no puede pasar de la Ciudad Universitaria y Miaja no puede echarlo de ahí. Con intención o sin ella, en mi opinión acierta Miaja, a pesar de la amenaza que ese entrante en Madrid puede suponer, la Ciudad Universitaria supondrá un sangrado diario de las fuerzas nacionales que la guarnecen.
Otra vez en mi opinión, cuando ya se decide renunciar a la toma de Madrid, el repliegue de la Ciudad universitaria hubiera supuesto una indudable mejora táctica. Pero Franco no está dispuesto a ofrecer esa victoria moral a la República; se desvió para liberar el Alcázar y veremos una situación similar en Teruel, y en Huesca.
La Moral es fundamental en la guerra y mucho más en una guerra civil.